ARISTA DE LLOSÁS




Con gran alegría, esperábamos este fin de semana.  Con alegría y alborozo, nos juntamos los tres Iskariotes, Aitor, Xabi,  un servidor ,y Gero......el amigo imaginario de Xabi .......y para Benasque que nos fuimos.  Desde allí, nueve kilómetros de pista, que por suerte se puede hacer en coche, desde el Plan de Senarta, hasta el refugio de pescadores.  Es noche cerrada cuando llegamos, y como ilusos, queremos entrar a dormir al refugio......Afuera hay por lo menos una docena de coches, así que dentro..........




Debajo del tejadillo que hay antes del puente, establecemos el primer vivac.  Una buena cena......hasta revuelto de hongos......unas raciones de risas, y a poner buena cara a la noche.
El día, aparece antes de lo previsto, y como las mochilas se quedaron preparadas ayer, el ritual del desayuno y desperezo, no cuesta tanto.  Hacia las siete, nos ponemos en marcha.   El primer lago de coronas, es el hito a seguir.




  De noche, parece que las cuestas son menos, las mochilas no pesan, y el tiempo corre a otra velocidad, ya que alumbrados por los frontales, en cuarenta minutos, casi nos damos un chapuzón.   Ya comenzamos a mirar para arriba, a dislocar las cervicales, admirando el enorme tsunami de roca, que vamos a recorrer.   Una canal descompuesta, nos abre las puertas a la arista, y en un poco más, al primer tresmil.   La aguja Argarot, (3.035 m. ) nos da la bienvenida, y nos presenta el elenco de agujas a las que vamos a visitar durante nuestro paseo por las nubes.



Así , de esta manera, comienza un camino, de piedras para arriba, piedras para abajo, con un gran pasamanos de aire alrededor, que permite disfrutar ampliamente del paisaje.   La aguja impronunciable, la Aguja Tchihatcheff, ( 3052 m. ) nos recibe altiva, no en vano es la más difícil de la arista, eso dicen las reseñas,  y en vez de entrarle por la izquierda, o de frente, con una torre humana, le entramos por la derecha, por un diedro tumbado, que por precaución, lo pasamos asegurados.  Para despedirnos, nos regala un rapel de 40 m., que se puede partir en dos, pero con mucha atención.




 Seguimos con la montaña rusa, divirtiéndonos con todo este sube y baja, sin una nube en el horizonte, y ni una miaja de aire.  La aguja Franqueville, ( 3056 m. ), también nos ha hecho así con la mano, después de ponerle las botas encima, y a partir de aquí, nos aburrimos de saltar y rodear piedras, la mayor parte de las veces, hacia el lago de Llosas, que tiene una parte más amable.   Las horas pasan, y Aneto, no se acerca, la mochila empieza a ponerse pesada, y el agua, ya comienza a escasear. Este es un rato, en el que parece que no te acercas a ningún lado, y en el que tampoco te puedes olvidar de donde estas.   Algunos pasos, son de escalar de verdad, tramos cortos, que requieren de toda tu atención, y tu técnica para no irte a dar una vuelta, sin billete de retorno, por el vacío.




Por fín, llegamos a la pirámide cimera del Aneto.    Parece que estamos cerca, pero nos quedan dos agujas puntuables.   Al rato, dejamos atras la primera, la Aguja Escudier, (3315 m. ), y ya solamente queda casi un paseo, hasta la Aguja Daviu ( 3350 m. ).    Hace ya un rato, que oimos las conversaciones de los que han conseguido la cima, por el itinerario " normal ".   Eso quiere decir que somos "anormales"?????




La cima de Aneto, ( 3404 m. ) está toda para nosotros solos.   Que placer.   Que infinito es ahora el horizonte...   Aneto, me dá una palmada en la espalda, somos viejos conocidos, hace ya más de treinta años, que nos vimos las caras por primera vez, y hoy, ya es la sexta vez que vengo a visitarlo.  Pero como siempre, todo el día currando.... Hay que fundir nieve para hacerse una sopa caliente, aunque la temperatura no es fría.   Hay que hacer agua para llenar las cantimploras, y quitar el reseco del día.   Hay que hacer agua, para preparar la cena, hay que hacer agua para tener para desayunar....... Hay que acondicionar el vivac, para que la noche sea lo más confortable posible, y en estas estamos, cuando aparecen dos, con una cámara y un trípode como todo equipaje, con las camisetas de algodón empapadas en sudor, y se ponen ha hacerse fotos, sin miramientos.   Las horas han pasado, nosotros llegamos a la cima a las cuatro y media de la tarde....y ya hace un buen rato.    Estos tienen que bajar, y sin frontal....un poco raro.   Cuando les preguntamos, nos dijeron que bajaban a dormir al bosque.......al bosque?....pero sabéis donde está el bosqué?....está a tomar........por alli abajo.....jajajajaja.......que noche tan maja les espera.




Olvidados de los dos próximos fantasmas del Aneto.....admiramos con admiración, la puesta de sol. Vemos la sombra del monte, como se estira en el horizonte,  como se van apagando las luces del día, y como se encienden las de la noche. Pueblos y pueblicos se encienden , y nos hacen recordar que sigue viviendo la vida, allí abajo.


El saco, se hace confortable en cuanto te metes, las plumas te acogen amorosas, y el cielo, se va llenando de  pequeñas lucecitas, que te hacen pensar en lo mierdecillas que somos, frente a toda la naturaleza, en su estado mas puro y salvaje.
Cierro los ojos, y los vuelvo a abrir. No acabo de creer lo que está pasando en mi vida en este momento. El momento maravilloso, de tener la noche a mi alrededor,  arropado por casi todas las estrellas. A intervalos, duermo, a ratos me quedo mirando hacia arriba, y veo que todo esta distinto a hace un rato.....
Vuelvo a cerrar los ojos...y al volver a abrirlos, el sol, quiere hacer acto de presencia......que bonito ver amanecer aquí arriba, sin edificios alrededor, sin el ruido de la villavesa en la calle.....que agusto.
Tras el desayuno, recogemos, y yo, le digo adios al Aneto. Ya vale, hay mas montes, e intentaré no volver , ya no me quedan caras que recorrerle....pero sé que probablemente, será inutil......
Mis compañeros Iskariotes, se van a recorrer más arista, esta mas facil, y yo me quedo solo, en el collado de coronas. Tengo sus mochilas, sé que van a volver, y al rato, comenzamos el descenso, hacia los lagos de coronas, y de hay.......a casa.