Desde 1957 nos estaba esperando.......esta vía.
Por primera vez, vamos a Galayos. Lugar salvaje, donde no existen las chapas, donde tu seguridad, depende de ti mismo, y de tu hermano de cuerda, aparte de otras habilidades. Pablo, Aitor, Carlos, Roberto, Endika, Asier, y yo, nos embarcamos en una aventura, de semanasanta. Llegados a guisando, y siguiendo la carretera, llegamos al pequeño aparcamiento, preparamos el material.......PERO DONDE COÑO VAMOS......en vez de a Galayos, parece que nos vamos a Yosemite. Tal es la cantidad de hierros que transportamos.
Dos horas de paseo, nos suben hasta el Víctori, donde hablamos con el guarda David, para saber la hora de la cena.
Hambre de roca....
En apenas cinco minutos, estamos a pie de vía. Somos tres cordadas.....hay que ir rápidos. Uno tras otro, siguiendo cuerda, o siguiendo al último, nos vamos despegando del suelo. Una entrada fácil, de II , y una travesía de IV, nos hacen mirar para abajo con respeto. El patio, se vuelve increíble. Nos vamos juntando en las reuniones, y alguna, la saturamos. Fluidos , seguimos camino hacia arriba, hasta el último largo, que nos saltamos, para poder destrepar hacia el gran Galayo. Pero esta, será otra historia.
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