UNA VUELTA POR IRATI




Hoy, no voy a contarlo desde la vivencia. Sin mas, copio y pego.Gracias J...........perdón, me ha dicho que quiere ser anónimo........Gracias por la crónica.


Una vuelta por Irati
Suena el despertador. Estoy a punto de levantarme de forma casi automática para poner la cafetera, cuando de pronto recuerdo que hoy es sábado…y que son las cinco de la mañana. Continúan llegándome estímulos de lo que llamamos realidad, mientras noto cómo el sueño, escaso tras la larga semana laboral, me abandona de mala gana... Hoy la salida del club es a Irati… 29 kilómetros y 900 metros de desnivel… asumible para mi actual estado de forma, bajo como casi siempre.
Con un movimiento decidido, salto de la cama para descubrir que la noche aún campa a sus anchas por ahí fuera. Trato de imaginar que son las dos de la madrugada y que mi casa en Pamplona es un refugio de los Alpes, en donde hay que madrugar para alcanzar con garantías de éxito la cima de algún “cuatromil”…sonrío ante mi nueva excusa para soportar los madrugones, la peor parte de todos mis días, excepto muchos fines de semana y días de vacaciones, en los que unos ojos iluminan mis amaneceres...
En el sitio de costumbre, reina la puntualidad. Todo son caras de sueño, pero con sonrisas que denotan ganas de aire libre y de luz. No estamos todos, como siempre, y como siempre, todos recordaremos a los que esta vez no están. Quizá en la próxima salida…
El viaje hasta Casas de Irati se hace largo, sobre todo tras intentar tomar un café en Otsagabia, ¿La gente no madrugaba en estos pueblos? ¡Las ocho menos cuarto de la mañana no es tan tarde…! Con el estómago “triste” continuamos hacia el punto de partida.




Tras aparcar, calzarnos las botas y ponernos algo de abrigo, comenzamos a andar. Hace fresco y el sol aún brilla de forma tímida. Es joven y se acaba de levantar…
Los primeros kilómetros por el GRT-9 en dirección Noreste, transcurren por una pista junto a un arroyo…así da gusto calentar!! Pero pronto ésta se convierte en sendero y los árboles, ya sin apenas hojas, dejan ver un cielo azul, sin una nube.
Tras un giro a la izquierda, el GRT-9 enlaza con el GR-12, con destino al collado de Oraate…e Illarrita. La pendiente ya es seria, ganamos altura y vemos el valle y el río Urbeltza cada vez más abajo. Las hayas han desaparecido, pero otras nos esperan más arriba. El Ori se adivina en algún sitio…el sudor aparece.





Tras trescientos metros de desnivel, la subida se suaviza, enlazamos con un carretil asfaltado que da servicio a las bordas de pastores de la zona (así como a algún “Movil home”, tan fuera de lugar como  un inodoro tirado entre las hayas) y llegamos a Oraate. Proseguimos por el GRT-9 y pronto llegamos a Illarrita, ya bajo un sol de justicia: el verde, el azul y una multitud de Cromlech nos rodean. Auñamendi, Atxerito y Alanos nos saludan, el Ori continúa acompañándonos, al fondo se divisa el mar…¡¡qué bonito!!!
Un comentario sirve de excusa para una idea que a todos nos ronda…primero uno, luego otro y luego otros más, nos descalzamos y caminamos hasta la cima de Okabe con los pies desnudos, intentando atrapar algo de esa energía que inunda este lugar, enviando “recuerdos” a las gentes que aquí yacen, y así, de algún modo reencontrarnos con esa parte de nosotros que perdemos cada día en las llanuras grises y rutinarias…
En lo alto de Okabe sacamos la correspondiente foto de cima con el banderín del club, Antsoaingo Mendi Eskola obliga. Esta no es una gran montaña desde el punto de vista deportivo, pero como todos bien sabemos, la montaña no sólo es deporte. Y a Okabe hay que ir por lo menos una vez en la vida.


Tras picar algo, acompañado de una bota de vino felizmente “porteada”, reanudamos camino. Aún queda trecho, y los días son cortos en noviembre. El GR 12 nos conduce ahora por la cara norte de Urkulu Gandorra, en Iparralde, entre prados que antiguamente fueron bosque. La mirada se pierde hacia las lejanas Landas…sigue siendo curioso sentir los Pirineos al sur de uno, en lugar de al norte...
Por fin, la vertiginosa media ladera por donde franqueamos Urkulu Gandorra finaliza, dando paso al descenso y a una borda que en algunos provoca sentimientos de sana envidia.





Llegamos a la cola del embalse de Irabia, preocupantemente vacío de agua. En todo el camino, a excepción de Okabe, no hemos encontrado animales “racionales”, sólo ovejas, caballos y pájaros han observado nuestro caminar. A partir de ahora esto cambiará.
El sol ha crecido, se ha hecho mayor, y con descaro, nos hace sudar, pero el bosque de nuevo acude en nuestra ayuda, rodeándonos. El sendero local NA 53-C pronto abandona la pista que rodea el embalse y nos saca del camino en donde intrépidos “bikers” circulan con cara de velocidad. De nuevo, entre hayas y abetos. Sin embargo, todos adivinamos ya el final de la excursión, los paseantes en playeras y oliendo a colonia así nos lo indican. Pero aún queda un tramo, el último, entre el bosque. El sendero que seguimos enlaza con el SL NA 63-A que, tras un repecho de despedida, pronto nos deja en Casas de Irati. El sol ya es tímido aquí, asustado quizá por las decenas de coches, gente y ruido que nos encontramos al llegar. Hoy no ha sido necesario usar los frontales, y es que tras ocho horas de recorrido, incluyendo paradas, hemos llegado antes que la noche.



Una cerveza bien merecida nos aguarda en Otsagabia, pero antes, el sol se despide de nosotros en el alto de Tapla, tiñendo de un dorado más intenso si cabe, las últimas hojas que aún visten las hayas.
Abajo en el pueblo, tras irrumpir sin proponérnoslo en la sesión fotográfica de una pareja de recién casados, asaltamos el bar. Alguna cerveza es sustituida por una infusión, las primeras estrellas nos recuerdan que el otoño está avanzado... Y en el crepúsculo, oímos relatos de lejanos países y cordilleras, de ascensiones soñadas y por fin realizadas y de otras aún por culminar. Algunos sentimos sana envidia. El mundo es tan grande y hay tanto por hacer…
El reloj nos devuelve a la realidad. Antsoain aún está lejos y conducir de noche es siempre más pesado que hacerlo de día. El viaje de vuelta se hace de memoria. En el camino “hacemos algún amigo” en forma de conductor irresponsable y maleducado, pero sin consecuencias.
El viaje ha terminado. La montaña de hoy quedó atrás. Pero muchas otras nos aguardan…


Otoño de 2015







SUBTERRANEA..PICO DEL SOMBRERO...PICO DE LECHERINES

Escalar....esa pasión que nos mueve a intentar desafiar la gravedad,a desafiar nuestra mente, nuestro físico...nuestra fuerza....




Subterránea


Dos horas de andada, con hierros, cuerdas gatos y arneses.....Dos horas con la ilusión de un chiquillo con zapatos nuevos. Llevamos tiempo oyendo de esta vía al Aspe, y le tenemos ganas.
Llegados a la entrada del gran sumidero natural de roca, por donde arranca la vía, esta nos recibe con algunas gotas de agua sobre nuestras cabezas.
Algo nos quería decir, el barro del suelo, y la humedad de la roca, pero no lo queremos ver.
Con grandes dificultades, llega Aitor a la segunda chapa,  está que paTina Tarner...........
Nos vamos....hoy hay que jugársela mucho, si queremos arrancar hacia arriba.- Vamos al mallo de Lecherines, y por lo menos escalamos algo...-




Sombrero


Cruzamos la pedrera, y lo intentamos de frente, por una zona de roca, que parece fácil.....jejeje....
Una sima abre su boca en el primer paso....y decidimos que no. Buscamos un camino más fácil, y subimos hasta el collado de la garganta de Aisa, y allí abajo, está Candanchú. El día es acojonante, la temperatura ideal, cuando llegamos a la cima del Sombrero.....pero queremos un poco más, y bajamos hacia el collado con el Lecherines. La puerta de entrada, nos parece incierta, pero con un poco de aventura y descubrimiento, encontramos un paso natural, por la cara norte, que nos deja en unas canales, y nos vamos para arriba.





Pico de Lecherines                   Pa vernos matao.....   






...- No te parece que estamos pidiendo la ostia a gritos ?......-
 Las canales, están mojadas, la nieve de la semana pasada, ha transformado, y esta dura y helada.....y nosotros en zapatillas...pero, nos cortamos?....ni un pelo. Algunos pasos de IV, con la mochila al hombro, rozándonos con las rocas, con las manos mojadas....Cima.




Que día tan bueno, que perspectiva de los alrededores, cercanos y lejanos.....Midí, Balaitus, Palas, Infiernos, Gran Vignemale, Ordesa.......La vista es espectacular, y para el otro lado, un mar de nubes, que casi invita a nadar en el.
Nos relajamos, viendo como evolucionan las nubes, por debajo nuestra....nos divertimos, poniéndoles nombres de montes altos, a las que despuntan en el horizonte, comemos, bebemos, y nos relajamos en esta gozada de atalaya.




Dejamos que pase el tiempo, hasta que una corriente de aire frío, se mueve, y nos dice que nos vayamos. De nuevo mochilas al hombro, y en el último momento, una cámara de vídeo, mal atada, decide escaparse ladera abajo, hacia el abismo. Aitor sale corriendo a por ella, y tropieza......y comienza a rodar......hacia el final de la cima, con una enorme piedra que hace de balcón, y desde la cual mi perspectiva me dice, que si llega al final de ella, adiós.....              Aitor rueda hacia ese punto, y como a medio metro, la dirección cambia de forma brusca, y sale despedido en un giro bestial de noventa grados, hacia una estrecha repisa, que le salva la vida.
Yo vi a la de la guadaña.
Y creo, que cuando le quería rebanar el cuello para llevárselo, también se tropezó,  le enganchó de la mochila,  le cambió el rumbo.
Aitor, se ha roto el plumífero, y la nota cómica, después del susto, es la nube de plumón, en la que se haya envuelto. Las piernas me tiemblan, a él, le tiembla todo. Y la cámara......se ha quedado arriba.
Tanta cuerda, tanto casco, tanto arnés, tanta chatarra, para ........
Con el susto todavía en el cuerpo, comenzamos el descenso....con cuidado.





PIC DE SAUBISQUE




No todo sale siempre, como te lo propones, pero por lo menos.....algo sale.  Ya sabes, a la tortilla, hay que darle la vuelta. El midí, nos mira desde lo alto ,cuando llegamos a Pombie, y las miradas desde abajo, son entre desafiantes, y esperanzadas.
Tranquilamente y sin prisa, andamos el camino, hasta llegar a sus faldas. - ...¡¡¡ que alto !!!!....-   y esperando a los que faltan....y paseando, fundimos la tarde. Los sabios, predicen que mañana quizás pueda llover algo...residual....y dormimos con la esperanza de que los residuos, sean pocos.





Los residuos son la ostia, y no para de llover, hasta llegar de vuelta al coche.
No nos importa .....mojarnos.... y cargados con las mochilas, dejamos atrás el refugio de Pombie, y hacia el Midí, que nos vamos.



Con buen paso, a pesar del peso, subimos hasta el collado de Suzon, y aquí si. Aquí dejamos las mochilas, y los últimos metros, hasta las puertas , los subimos más ligeros.
Por aquí están las chimeneas de entrada.......podemos intentar......pero como todo está resbaladizo y húmedo, decidimos sabiamente, dejarlo para otro día. Desandamos el camino hasta el collado, y seguimos la vereda que sube de frente.



No importa la dura prueba que están pasando los goreteses...No importa que al final, no veamos nada.....Había que hacer cima .. Pic de Saubisque. Hasta los caballos dejan su huella aquí arriba, ya sabes, pastando, pastando........Una foto inmortalizadora, bajo la lluvia, con los pelos pegados a la cara , y la sonrisa, haciendo de canalón, por donde escurre el agua.


Es hora de volver, de desandar el camino, de recoger las mochilas, y de secarse, cambiar lo mojado por el confort de la ropa seca, y de humedecernos por dentro.Pero esta vez, que no sea con agua, por favor.


ARISTA DE LLOSÁS




Con gran alegría, esperábamos este fin de semana.  Con alegría y alborozo, nos juntamos los tres Iskariotes, Aitor, Xabi,  un servidor ,y Gero......el amigo imaginario de Xabi .......y para Benasque que nos fuimos.  Desde allí, nueve kilómetros de pista, que por suerte se puede hacer en coche, desde el Plan de Senarta, hasta el refugio de pescadores.  Es noche cerrada cuando llegamos, y como ilusos, queremos entrar a dormir al refugio......Afuera hay por lo menos una docena de coches, así que dentro..........




Debajo del tejadillo que hay antes del puente, establecemos el primer vivac.  Una buena cena......hasta revuelto de hongos......unas raciones de risas, y a poner buena cara a la noche.
El día, aparece antes de lo previsto, y como las mochilas se quedaron preparadas ayer, el ritual del desayuno y desperezo, no cuesta tanto.  Hacia las siete, nos ponemos en marcha.   El primer lago de coronas, es el hito a seguir.




  De noche, parece que las cuestas son menos, las mochilas no pesan, y el tiempo corre a otra velocidad, ya que alumbrados por los frontales, en cuarenta minutos, casi nos damos un chapuzón.   Ya comenzamos a mirar para arriba, a dislocar las cervicales, admirando el enorme tsunami de roca, que vamos a recorrer.   Una canal descompuesta, nos abre las puertas a la arista, y en un poco más, al primer tresmil.   La aguja Argarot, (3.035 m. ) nos da la bienvenida, y nos presenta el elenco de agujas a las que vamos a visitar durante nuestro paseo por las nubes.



Así , de esta manera, comienza un camino, de piedras para arriba, piedras para abajo, con un gran pasamanos de aire alrededor, que permite disfrutar ampliamente del paisaje.   La aguja impronunciable, la Aguja Tchihatcheff, ( 3052 m. ) nos recibe altiva, no en vano es la más difícil de la arista, eso dicen las reseñas,  y en vez de entrarle por la izquierda, o de frente, con una torre humana, le entramos por la derecha, por un diedro tumbado, que por precaución, lo pasamos asegurados.  Para despedirnos, nos regala un rapel de 40 m., que se puede partir en dos, pero con mucha atención.




 Seguimos con la montaña rusa, divirtiéndonos con todo este sube y baja, sin una nube en el horizonte, y ni una miaja de aire.  La aguja Franqueville, ( 3056 m. ), también nos ha hecho así con la mano, después de ponerle las botas encima, y a partir de aquí, nos aburrimos de saltar y rodear piedras, la mayor parte de las veces, hacia el lago de Llosas, que tiene una parte más amable.   Las horas pasan, y Aneto, no se acerca, la mochila empieza a ponerse pesada, y el agua, ya comienza a escasear. Este es un rato, en el que parece que no te acercas a ningún lado, y en el que tampoco te puedes olvidar de donde estas.   Algunos pasos, son de escalar de verdad, tramos cortos, que requieren de toda tu atención, y tu técnica para no irte a dar una vuelta, sin billete de retorno, por el vacío.




Por fín, llegamos a la pirámide cimera del Aneto.    Parece que estamos cerca, pero nos quedan dos agujas puntuables.   Al rato, dejamos atras la primera, la Aguja Escudier, (3315 m. ), y ya solamente queda casi un paseo, hasta la Aguja Daviu ( 3350 m. ).    Hace ya un rato, que oimos las conversaciones de los que han conseguido la cima, por el itinerario " normal ".   Eso quiere decir que somos "anormales"?????




La cima de Aneto, ( 3404 m. ) está toda para nosotros solos.   Que placer.   Que infinito es ahora el horizonte...   Aneto, me dá una palmada en la espalda, somos viejos conocidos, hace ya más de treinta años, que nos vimos las caras por primera vez, y hoy, ya es la sexta vez que vengo a visitarlo.  Pero como siempre, todo el día currando.... Hay que fundir nieve para hacerse una sopa caliente, aunque la temperatura no es fría.   Hay que hacer agua para llenar las cantimploras, y quitar el reseco del día.   Hay que hacer agua, para preparar la cena, hay que hacer agua para tener para desayunar....... Hay que acondicionar el vivac, para que la noche sea lo más confortable posible, y en estas estamos, cuando aparecen dos, con una cámara y un trípode como todo equipaje, con las camisetas de algodón empapadas en sudor, y se ponen ha hacerse fotos, sin miramientos.   Las horas han pasado, nosotros llegamos a la cima a las cuatro y media de la tarde....y ya hace un buen rato.    Estos tienen que bajar, y sin frontal....un poco raro.   Cuando les preguntamos, nos dijeron que bajaban a dormir al bosque.......al bosque?....pero sabéis donde está el bosqué?....está a tomar........por alli abajo.....jajajajaja.......que noche tan maja les espera.




Olvidados de los dos próximos fantasmas del Aneto.....admiramos con admiración, la puesta de sol. Vemos la sombra del monte, como se estira en el horizonte,  como se van apagando las luces del día, y como se encienden las de la noche. Pueblos y pueblicos se encienden , y nos hacen recordar que sigue viviendo la vida, allí abajo.


El saco, se hace confortable en cuanto te metes, las plumas te acogen amorosas, y el cielo, se va llenando de  pequeñas lucecitas, que te hacen pensar en lo mierdecillas que somos, frente a toda la naturaleza, en su estado mas puro y salvaje.
Cierro los ojos, y los vuelvo a abrir. No acabo de creer lo que está pasando en mi vida en este momento. El momento maravilloso, de tener la noche a mi alrededor,  arropado por casi todas las estrellas. A intervalos, duermo, a ratos me quedo mirando hacia arriba, y veo que todo esta distinto a hace un rato.....
Vuelvo a cerrar los ojos...y al volver a abrirlos, el sol, quiere hacer acto de presencia......que bonito ver amanecer aquí arriba, sin edificios alrededor, sin el ruido de la villavesa en la calle.....que agusto.
Tras el desayuno, recogemos, y yo, le digo adios al Aneto. Ya vale, hay mas montes, e intentaré no volver , ya no me quedan caras que recorrerle....pero sé que probablemente, será inutil......
Mis compañeros Iskariotes, se van a recorrer más arista, esta mas facil, y yo me quedo solo, en el collado de coronas. Tengo sus mochilas, sé que van a volver, y al rato, comenzamos el descenso, hacia los lagos de coronas, y de hay.......a casa.




PÉNE SARRIERE CARA ESTE CLÁSICA 210 m. 5c ( 5b obligado)




La dureza del día de ayer, sigue insistiendo en castigar el cuerpo.   Ni la hidratación posterior, ni la previa, ha logrado empapar las fibras del cuerpo.   Solamente nos quedan unas horas  para emprender la vuelta, y ya que estamos aquí, hay que aprovecharlas....
Hoy no se madruga como ayer.......no hace falta que dios nos ayude, hoy nos bastaremos por nosotros mismos.  Vía de grado muy asequible......sin navegación....bien protegida.....el sol en esta pared, sale más tarde.
Somos los primeros en llegar al pie .   Una meada, y vestirse.
Un poco sucia al principio, a pesar de ser una de las mas repetidas de la zona.   Después de la segunda chapa, vete mirando a tu izquierda, si sigues recto, te puede pasar lo que a mi, te saltas la siguiente chapa, y cuando la quieres cazar, estás como unos tres o cuatro metros por encima, y tienes que volverlos a destrepar......yo me quedé con un canto en la mano...... ¡¡¡¡ miedo !!!!!




 Ya a partir de aquí, se acaban las travesías raras, y el camino sigue una ruta muy evidente.
Pequeñas y grandes, regletas para agarrarse a placer, para disfrutar del camino, y el camino, se va convirtiendo, allí abajo, en una línea cada vez mas delgada.






 La entrada al collado, te descubre un mundo de repente.   Es un balcón mas que bueno, para admirar el valle, ensombrecido por los hierros y cachivaches de la estación de esqui.   Un techito, mas psicológico que duro, te vuelve a sacar al vacío, y una reunión a dos metros de la cima, te indican que el camino es el correcto.   No te pares en esta reunión, no merece la pena, bueno, si lo que te gusta es colgar en una reunión incómoda, si, quédate, si no, sigue hasta la cima, y monta una buena reunión, sentado.
Después del frugal almuerzo, la senda que sale hacia el pueblo, es la que en un rato, nos deja de nuevo en el punto de origen.   En cuatro horas, de coche a coche.









A QUIM LE BERBÉRE 6A+, 670 M. 5C OBLIGADO PIC DES COUCHETS GOURETTE



Rondando llevaba en mi cabeza......no se cuanto...desde que la vi, creo que fue un amor a primera vista.    La reseña me volvía loco.....vía no excesivamente difícil....larga....semiequipada......joder, para disfrutarla.
Las ganas, se van haciendo fuertes, y tiro de agenda.....Todo el mundo está de vacaciones......se sigue cocinando el deseo.....
Por fin, nos juntamos cuatro. Luis va a ser mi hermano de cuerda, y en la cordada hermana, van Aitor, y Roberto.  Todos nos conocemos, sabemos como escalamos, así que......carretera.  Es de noche cuando cruzamos el Portalet.....   Los pastores, pastorean sus vacas, y las conducen abajo del valle, por supuesto, no podía ser de otra manera, por la carretera.   La carretera por la que nosotros vamos, está ocupada, por vacas, y pastores, con mucha pachorra, dedicándose a la transhumancia.   Nada, paciencia, ya pasaremos.
Y pasamos, y volvemos a pasar a otro grupo de plácidas vacas.   Y por fin, le llega el turno a las ovejas. Pero estos pastores......no colaboran, van hablando , tranquilos, cortando toda la carretera, y la noche se va llenando de bocinazos.....




Anécdotas aparte. A las cinco suena el despertador. Tenemos una hora de aproximación, que como somos así de majos, la convertimos en hora y media, después de darnos una vuelta de media hora, para volver al punto de partida. Diez y seis largos de cuerda, por una roca que ninguno conocemos. El sol, dentro de un rato, va a ser despiadado.......diversión asegurada.  Ya por fin a pié de vía, nos vestimos, y salimos para dar una vuelta.....y nos vamos subiendo, por unas placas lisas, adheriéndonos como podemos a la roca, intentando no patinar, metiendo algún cacharro, cuando se puede, y si no, esperando a que la siguiente chapa, llegue pronto.   Algún largo de cuarenta metros, está protegido con tres chapas........angustia.....fe       .........miedito......   Un trago rápido en la reunión, y salir zingando, hasta la próxima.....si tienes tiempo bebes, y si no, si eres bueno asegurando, y tu compañero no te ve, te echas un trago, cuando el va por la mitad del largo.    Así vamos dejando abajo este mar petrificado.     En en largo cuatro, nos vamos muy a la izquierda, siguiendo una línea evidente de chapas, hasta una reunión.   Seguimos, por la siguiente tirada cazando chapas.

POR AQUÍ NO TE METAS     VETE POR LA DERECHA


¡¡¡ NO !!!! Mucho antes, nada mas bajar del murito, te vas a derechas, aunque no veas chapas, y sigues una especie de canal, hasta que se cierra, como un embudo, y de hay, todo tieso hacia arriba.     Hay que escalar a partir de aquí.      La otra línea, te deja vendido, en medio de una escombrera de hojaldre, donde todo está roto, y todo se va a visitar a tus compañeros...



 Lorenzo, sigue intentando aplastarnos como gusanos.....como pega......el agua se va terminando....la boca se pone espesa....mi campanilla, parece que se quiere meter al estómago....está seca, muy seca.
Los pies, embutidos en los gatos, piden amnistía en todas las reuniones.......todo está caliente, la roca, la cabeza, las manos, el aire.....y mirando hacia arriba.....todo está lejos.
Pero el ánimo no decae, y con buen humor, seguimos en nuestra excursión......



Hasta que de repente, la roca es muy amable, te permite quitarte los gatos, y andar en zapatillas, acabar los últimos largos, más cómodo de pies, por que de sed.....tan solo nos quedan unas gotas de agua.    Un rapel, un destrepe, una travesía delicada, otro rapel, otra travesía, otro rapel, un destrepe, y ya empezamos a soñar, con cervezas recorriendo nuestras resecas gargantas, con sus burbujas rompiendo en el paladar.....que gusto, sentados en la terraza, hidratando.....y así toda la tarde.



PICO DE VALLHIBIERNA 3067 m. Y TUCA DE LAS CULEBRAS 3062 m.



Después del rule alpino, y como las condiciones meteorológicas no eran las mejores, decidimos ir acercándonos a casa, pero poco a poco . Vamos a realizar nuestro particular viacrucis, en escuelas de escalada.  Carretera y manta, hasta Montserrat.  Mas que nada, por conocer.  Preguntando, preguntando, aparecemos en la cara norte, y mas vale, por que en la sur.....nos habríamos calcinado.  Buscamos un sector apto para todos los públicos, y le damos un par de pegues.




También tenemos aprendices de escaladores, y al final del día, parece que se han peleado con un tigre. Estuvimos un par de días, y siguiendo actos penitenciarios, caemos en Benasque.  Ya la cuadrilla, se dispersa.  Unos quieren volver ya a casa, y el resto nos quedamos.   Escalamos un poco en la escuela de Sacs, que esta pegando a Benasque, y entre tormenta y tormenta, decidimos que mañana nos vamos al Vallhibierna, y al Culebras.  Para sortear las tormentas, y como habitualmente se dan más por la tarde, madrugamos, y pillamos el primer bus que nos lleva hasta el refugio de pescadores.  Son las seis de la mañana, cuando empezamos a andar.  El GR, a la luz de los frontales, parece una autopista, y como además está balizado para la prueba de trail que hay mañana, pues no hay manera de perderse.








 Un trago de agua en el collado, antes de salir al sol, donde se nos secará el sudor....  Que bien nos han sentado estos días en Alpes....subimos como balas.  Y en algo menos de tres horas, pisamos la primera de las cimas, el pico Vallhibierna.




 Un poco de picoteo, y alguna foto que ilustre esta nueva cima, y nos vamos a por la Tuca. Pero antes, hay que pasar el famoso paso del caballo.  Yo que se lo que me imaginaba que seria ese paso. Hay muchos pasos pirenaicos, que tienen su aquel....el pas du chat, en la Munia.... el paso del funambulista en el Espadas... este paso del caballo......no se cuantas terroríficas historias, en noches de refugio, he oído, pero este caballo, ha sido domado hace mucho tiempo.







  La Tuca de las Culebras, nos abre su cima, y lo mismo, después de unas fotos, y disfrutar del paisaje , lo que toca es bajar.




 Una larga pedrera nos espera, y la vamos luchando, entre patinazos, y carreras, hasta el camino que conduce al río, y a la zona de acampada de Senarta.

Volvimos a Sacs...y nos pilló la tormenta......