MENDAUR

Una nueva pateada matutina. Así, de repente. Quedamos tres amigos, con mas ganas de monte, y ala...al Mendaur.
Elgorriaga, nos recibe lloviendo, y siguiendo la ruta micológica, nos adentramos en sus faldas.
Entre pastos y revueltas de la carretera, llegamos a un merendero, donde mi gran imaginación, ya me hace adivinar el final.


Mis piernas estan doloridas, ya que el ritmo que nos hemos impuesto, ha sido fuerte. Pero que sorpresa, mi imaginación, se equivoca, tan solo llegamos a un collado, y una larga aristilla, nos separa del punto mas alto. Ya sabes, aprieta el culo, y sigue para arriba.
El paisaje que se extiende ante nosotros, es la hostia. Por un lado y por otro y por otro, montes y pueblos, con ese bordado de color, que le dan las nubes y los rayos del sol, que se cuelan entre ellas.


Por el lado que falta, mas montes ,en declive, y al fondo, las olas del mar, rompiendo contra la costa. por un momento, un arco iris, se dibuja casi en nuestras narices.


Hace frio, y corremos y saltamos hacia abajo, en busca del principio.Vamos a dar un rodeo, intentando hacer el recorrido circular. Las hayas, se han puesto hojas nuevas, y los arroyos corriendo ladera abajo, entre los musgos, hacen un cuadro, que ni el mejor de los pinceles.Una pista que se desvanece en medio de la ladera, nos obliga a buscar un nuevo camino, y vuelta a subir, buscando un poco de luz. Ahora si, ya en el camino correcto, volvemos al principio.
                                           



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