PARED NEGRA DE ORIHUELA


Directísima, 130 m.  6a

Orihuela diciembre de 2013...... ¡¡¡ Que coño hago yo en Orihuela !!!!
Aprovechando una escapada, a ver a unos muy buenos amigos, cruzo media península, para llegar a Elda. El viaje, como te puedes imaginar, monótono, y pesado. Tuve suerte que no hubo mucho tráfico.
 Tengo una deuda de escalada, y en su momento, Hector decide regalarme una vía en el Ponoig.
La emoción contenida durante unos meses, está a punto de estallar. Más , la cosa, no pinta bien. En este lugar del mundo donde apenas llueve, estos días, va a llover. Va a estar claro, quien es el gafe. Cambiamos la zona de escalada, por un lugar mas seguro. Nos vamos a la pared negra de Orihuela.


La aproximación es de las buenas. Diez minutos a pié de vía. Nos vestimos para la ocasión, y comienza el paseo. Mientras Hector abre el primer largo, soy capaz de quedarme helado. Dejo de sentir las manos y las puntas de los pies, a la vez que algún escalofrío me recorre la espalda. Casi ha llegado a la primera reunión, cuando la lluvia que se insinuaba desde hace un rato, comienza a calar la roca.


Los movimientos exigen de mucha precaución, y un aseguramiento atento. Estoy a punto de dejar pasar la oportunidad de escalar esta vía, pero la roca seca rápidamente. Ha sido un pequeño chaparrón. Subo hasta su altura, con cierto temor, no conozco la roca, que se vuelve pinchuda, y muy adherente, y después de unos pasos, ya me siento mejor. Inicio el segundo largo. Los seguros fijos, alejan que da gusto . Por suerte nos hemos traído los nuestros. Colocar un friend, con la mano derecha, en un agujero, que esta a la altura de mi cadera izquierda, con los dedos metidos en un bidedo invertido, tan solo apoyado en la puntera izquierda de un pie de gato, me hace contorsionarme, y pensar en volverme ligero, ya que si me voy, la última chapa, hace rato que desapareció bajo mis pies, y el viaje al que me estoy arriesgando, me pone los pelos de punta.
El cuartillo cachondo,del siguiente largo, ha dado mas trabajo del esperado, ya que si eso es un cuarto.......


Un diedro, que no nos corresponde en esta vía, ha sido el camino elegido para buscar el final. Es la salida de otra vía, y se pone como en 6b, pero bien chapado, aunque algunos pasos, están como bombillas de pulidos, y por fin, toco el cielo.
Mi hermano de cuerda, llega ligero, y comenzamos un descenso a la normalidad, acompañados de nuevo por la lluvia que viene a despedirnos.

J. A. SANZ 240m. 6a+

De nuevo y una vez mas, carretera. Sigo pensando que lo mas peligroso de la escalada, es el acercarse hasta las vias. La carretera, en ocasiones helada.


Al llegar a pie de via, el mercurio digital, marca tres grados bajo cero. Voy a combatirlo a cafetazos. Unas tripas nerviosas mas tarde,  nos colocamos frente a la pared. Las articulaciones del cuello, crujen al ir levantando la vista.


Una cordada se nos ha adelantado. Van tres. Lo primero que hace falta para componer un poema, es una palabra. Lo primero que hace falta para escalar, es querer.
Y querer como queremos, nos lleva a jugar una vez mas con la gravedad. He cambiado de hermano de cuerda. Con Jabi, hace mucho tiempo que no escalo, pero con el he realizado alguna de las escaladas mas alucinantes.
Hoy no se que le pasa. Bueno, si lo se. Lleva mucho tiempo en el dique seco. Sin escalar. Ademas de un montón de meses sin estar juntos, hay que añadirle algo mas. No lo veo todo lo coordinado de otras veces.
No lo siento fino .


Me dedico a disfrutar. Disfruto el dia soleado y despejado que hace.
Del calor que refleja la roca, del sol que tuesta mi espalda a través de la camiseta. Gozo con las esperas , colgado de una chapa, esperando a que la cordada de tres, libere la reunión. Los  largos, se van sucediendo uno a otro. La distancia con el suelo, es cada vez mayor, y de esta manera aumentan las vistas.


Me regocijo con la vista del Moncayo en la distancia, flotando sobre las nubes...Comiendo turrón en una  reunión amplia y cómoda.
Los pasos mas duros, han quedado atras. Entre trago y trago de agua. La enorme cantidad de chapas , baja bastante el compromiso, y el espíritu riglero.  El descenso, andando, nos espera, y, después de un destrepe delicado, nos lanzamos barranco abajo, entre piedras y bojes, entre pedruscos y pinchos, resbalando en la gravilla...
Todo lo que bien acaba, acaba bien, y terminamos con un bocadillo, acompañado con cerveza, con unas vistas ....
De nuevo y una vez mas, carretera.

APRENDIENDO EN HIELO

De nuevo, el paisaje cambia de colores, de sonidos....Se va apoderando una vestimenta blanca, fría......no es una mortaja, pero vivirá como muerto, una temporada.


Las mochilas, ya no son ligeras...cambiamos los pies de gato, por pesadas botas...con picudos crampones, en busca de nuevos sueños. El paisaje, se adorna con carámbanos  de agua como dormida, y algo, no se que, nos pide que nos subamos por ellos.
Con mi hermano de cuerda, intento subir otro peldaño en mi proyecto, pero al comenzar el segundo largo, mi cabeza se gira, y con ella mis ojos, y el espectáculo, cambia mi cara, y la ansiedad me invade, haciendo explotar mi imaginación. Deslizándose por la pendiente, el hielo desbordado, cae sin gravedad, hasta el suelo, soldándose con el, creando un cigarro de hielo, rodeado de vacío.


Intuyo el grado, y se que se me escapa de las puntas de mis piolets, pero quiero hincar mis herramientas en el, subirme por el, sentirme ingrávido...


Una travesía complicada. me lleva a montarle un tornillo en la cabeza, desviar mi cuerda, para jugar con ventaja, si me rechaza, mi cuerpo quedará suspendido.
Da comienzo la danza. Mirar hacia arriba, impone respeto, y me siento enano ante tanta verticalidad. El juego físico de compaginar técnica y músculos.



Donde golpeo....donde pateo....como guardo el equilibrio, si estoy rodeado de aire, si apenas tengo espacio físico para apoyarme....Se veía venir...un gancheo lateral, como apoyo, precario...la fatiga del esfuerzo...un pioletazo, que no encuentra hielo...la posición de los pies, incorrecta, que trato de corregir, y me despego del sueño...la cuerda, cumple su función, y casi suavemente, me deja en el suelo. Un piolet, ha quedado alli arriba. Casi donde el cigarro, se convertia en colilla, donde se podía apagar, testigo mudo de mi progresión. El problema de recuperarlo es otro....Acabo de vivir un sueño, de esos que se dan no demasiadas veces en mi vida. Sigo persiguiendo ese sueño...