AGUJA DE PORTALET

La ves, la vuelves a ver......El corredor que nace a sus pies, tantas veces recorrido....en un rato que tenias perdido, y la miras desde abajo, y dices que hoy no es el dia....si será facil de subir....y la miras de nuevo...
Y llega el dia, que te decides a subirla, y encuentras una reseña, y ya la han taladrado. Que facil a partir de aqui.
Hoy vamos en cordada de tres. El problema, es que los largos son cinco, y el último el de la arista, apenas tiene emoción. Patio, si, pero emoción....
La aproximación, corta, la vía estética, la roca aceptable, chapada....que mas se puede pedir.
El día azul, el viento en calma, el sol... al otro lado de la aguja, el arnés colocado, las expreses tintineando, el casco ajustado, y las ganas de subir, comiéndose las uñas de impaciencia.
Comienza Zuri, a acariciar la roca. La pisa con cuidado, y estudia sus formas, para explorarla desde adentro, desde arriba, cada vez mas arriba....
Aitor, le sigue, buscándole sus formas, pliegues y cantos, en un momento parece que desploma, pero cuando se quiere dar cuenta, ya ha salido. Llega a donde el sol ciega, y apenas puede ver el camino.Por fin es mi turno. Debo moverme con cuidado. La roca está descompuesta en este tramo, y mis compañeros están debajo. No quiero que pase lo de ayer.
con un susto ya es suficiente.
Los ciento cincuenta metros, se han pasado en un plis. Casi sin tiempo para darnos cuenta, estamos en la arista que nos sirve de pasillo de salida.
Otra vía para el recuerdo, otro recuerdo para alimentar la memoria... para seguir viviendo .
Cuando pase a su lado, y la vuelva a ver....

ANAYET.... Via de los balcones



Siempre habia dicho, que la primera vez que subiera, seria por una via elegante.
Pasaron inviernos, esperando condiciones, y otra cabeza loca como la mia. Y siguieron pasando...
De repente, un dia me llega una llamada, y me propone la via de los balcones al Anayet.
Aquí esta mi via elegante....y tengo otro cabeza loca.
La rutina de siempre. Conducir, esperar, juntarse, risas, una cerveza, conducir, risas, anochecer....
La luna llena fue impresionante, en el lugar que escogimos para dormir.









La aproximación, nos sacó el sueño por los poros de la piel. El sueño, y unos cuantos líquidos.
Por fin, llegamos a ver su silueta imponente.  Incluso la belleza del paisaje de los lagos, se queda pequeña. 


Grande, áspera, vertical, toda ella de roca. 
Roca por donde arrastrarnos un buen rato.
Al pie de la via, somos los primeros. Pero en unos minutos, llegan mas cordadas. Impaciente, arranco en el primer largo, y el suelo, se vuelve vertical.
Una vez mas, voy a reunirme con mis queridos buitres.
De nuevo, la jerga habitual, el chasquear de mosquetones, y  ganarle metros a la gravedad.
Pero en una mirada hacia abajo, veo que de todas las personas que se habian reunido abajo, conte once personas, uno esta tocando mis talones con su flequillo.
-         No me gusta agobiar....yo respeto mucho a las cordadas que van delante mio....soy muy respetuoso con los de delante y los de detrás....
Mi lado mas borde aflora, y le pido calma, le pido tiempo, no hay espacio para nadie aquí en esta reunión, y le digo que espere.
Agobiado por la situación, sigo a mi hermano de cuerda, y logro alejarme, pero es en vano, vuelven a alcanzarnos.
 Solución, empalmo un par de largos.
De repente, en medio del silencio...-... piedra, piedra...-
Una avalancha canta su terrorífica canción.
Y luego nada.
 Solo el sonido mudo de la roca al sol.
Aitor, no ha oido nada, y sacudo mi cabeza, ha sido real, no lo he soñado.
Seguimos un camino sin definir, solamente por intuición, una hilera de chapas plateadas, donde asegurar nuestra vida, como si fueran miguitas de pan, siendo nosotros sus pulgarcitos.
Siempre me hace sonreir, las caras de los que han subido por otro sitio, cuando llego a la cima. Me siento marciano, y siempre se escuchan palabras de ánimo.
Ya no nos queda montaña que subir, y con un enorme abrazo, rubricamos otra ascensión maravillosa.
Aparte de la bajada, solo nos queda esperar a nuestros compañeros.
Otras cordadas, otras gentes, aparecen por esta cima. Unos por la normal, otros por nuestra vía.
Tras cuatro horas de aburrida espera, aparecen nuestros compañeros, Zuri, Luis y Ramón.
La avalancha ha intentado putearles el día. Alguna pedrada, y una cuerda cortada. Por suerte, el alma conservó tres trenzas, para poder llegar a lo mas alto.
Susto o muerte. Esta vez solo susto. Las golosinas, nos las comimos alli arriba, todos juntos, admirando el paisaje.


MONCAYO 6 CUMBRES

El Club de montaña SAIOA de Corella, organiza una marcha de largo recorrido.Al estar este club, hermanado con el mio, ofrezco colaboración, por si necesitan ayuda.
- Tu puesto es la Punta Norte, a 2065 m. de altura, y tienes que controlar los dorsales de la gente que pase...-
Quedo con María y Eugenio, que son los puntos posterior y anterior respectivamente y me lanzo a una actividad, que nunca antes había tenido oportunidad de realizar.
La niebla, nos rodea a veces, otras no, pero deja su llanto en los arboles y arbustos, y se lo arrancamos con el paso de nuestros cuerpos. María se queda atrás, dos veces vuelve al coche, y Eugenio, me lleva a trote cochinero....- Estoy flojo me dice...-, y a sus 60 blincaos, anda como un sarrio.
Un rato con la lengua fuera, y otro con el orgullo delante, y como el tiempo apremia, casi corremos a los puestos de control asignados. Dejo a mi compañero en el suyo, y continuo hasta el mio.
La ropa mojada y la brisa que corrió por la cima, me dejan tiritando en un momento. Despliego la silla, y monto parapeto con el paraguas. Cuando sale el sol, se esta agustito, pero tengo que ponerme el plumas, para estar realmente confortable. La música me acompaña , y con la lectura de la prensa, y el almuerzo, hago tiempo hasta que llega el primero.
El walki me pone sobre aviso, llega el primero, y desde el puesto anterior, veo un puntito, que poco a poco se va convirtiendo en persona. Parece que tiene prisa. La información que tengo de la bajada, es inexistente, no se para donde tengo que mandar a la gente, y con un poco de imaginación, los dirijo al cruce del camino que he dejado abajo.
El mar de nubes que me rodea,es impresionante, y en la otra orilla, se distinguen Bisaurin, Aspe, Collarada...
El goteo de gente, comienza.
Unos con caras de satisfacción, otros con caras de sufrimiento, caras bañadas en sudor, y alguna cara conocida.
La mañana esta resultando amena, casi todos quieren una foto de recuerdo en el mojón de la ultima cima, o una foto playera con el mar de nubes.
Alguno necesita recuperar fuerzas, y alguno mas, necesita de mi agua...
Las horas han pasado como si nada, ya llegan los últimos grupos, que van disfrutando del recorrido, y del paisaje.
La bajada a la que he mandado a la gente, no es la mejor bajada del mundo, es aspera, no hay nada que marque el camino, tan solo un puntito verde, alli a lo lejos, que nos hace señas...Creo que con la niebla, no es posible verlo.
Por fin el escoba, va recogiendo a todos los controladores y a los marchistas. Barriendonos hacia abajo.
Ya no hay llovizna, ni nubes, y en esta vertiente, tampoco hay sol. El camino, se ve perfectamente, y nos quedamos recogiendo las cintas señalizadoras. Dejando el monte limpio.
Ha sido una bonita experiencia.